Hasta siempre, 2012

El reloj no forma parte de mi vida. Soy mucho más feliz desde que no lo contemplo con recelo. Me gusta pensar en el tiempo como un elemento dotado de una fluidez constante que se rebela ante cualquier tipo de encorsetamiento. Esta reflexión la intento aplicar a mi vida diaria, sabedor de las muchas limitaciones a las que me enfrento. No obstante, el fruto más peregrino que se puede degustar al mirar atrás debe tener un sabor dulce y no es otro que contemplar el camino por el que has transitado desde un lugar más elevado. Siempre desde un punto más alto con respecto al trayecto que has realizado.

Por otra parte, me enseñaron a dar las gracias con naturalidad y valorar lo recibido —bueno o malo—. 2012 ha sido un año convulso en el que he experimentado cambios estructurales a nivel personal y profesional: un año para aprender y darse cuenta hasta qué punto uno puede cambiar su suerte si realmente lo desea. Que me parta un rayo si pretendiera, con estas letras, elaborar un artículo con ínfulas moralizantes. Cada cual que modele sus propios arquetipos. Solo procuro no olvidarme de ser agradecido con:

– Aquellos gerentes que decidieron despedirme porque mi trabajo les salía demasiado caro. Me ayudaron a romper la burbuja imaginaria de estabilidad económica y trabajo fijo en la que suele vivir el asalariado, a experimentar la dureza de vivir en el alambre tanto económica como emocionalmente y a sentir las turbulencias de un arduo aterrizaje en el mundo del trabajador autónomo. Lección de vida impagable.

– Aquellas personas que nunca dieron un «gracias» o teclearon un «recibido». Probablemente olvidaron de dónde vienen. Son esos silencios que, indudablemente, todo aprendiz de esta profesión debe asimilar cuando se sitúe delante de un ordenador con la única perspectiva de dar con ese cliente que inaugure su hoja de contabilidad en Excel. Ánimo y grandes dosis de perseverancia para todos aquellos traductores con ganas de serlo que se encuentran en esta situación.

@escepticina, una colega de profesión que pensó en mí —y no en otra persona—, cuando uno de sus contactos le comunicó que alguien en Francia necesitaba los servicios de un traductor jurídico. No solo ha resultado ser un buen cliente, sino que me ha servido para comprobar que la solidaridad entre traductores no es una consigna corporativa. Hoy por ti, mañana por mí. Siempre.

@AmericaTrad, @C_Aroutiounova, @Currixan, @DialogosTrans, @DobleJSalcedo, @EducaDigital, @evamariamrtz, @mots_meles y los docentes de la Universidad de Alicante que, en algún momento u otro, han contado conmigo profesionalmente y, sobre todo, han creído que podía dar la talla. ¿Quién es el valiente que no esboza una sonrisa de gratitud cuando piensan en él? Valioso tesoro es encontrar manos tendidas cuando uno está abriéndose paso entre la muchedumbre. Que a ningún traductor se le pase nunca por la cabeza pensar que está solo.

@nath_trad, más que una colega de profesión. Un puntal donde descansan anhelos, proyectos e ilusiones.

– Todos aquellos profesionales que, aun en formato virtual, se han mostrado cercanos; personas que, a la postre, han mostrado tener intereses e inquietudes más allá de su faceta profesional. Aprendizaje y motivación constante. Unas palabras, un artículo, una reflexión es suficiente para desear estrechar lazos con todos ellos.

Un año más, sí pero muy diferente a lo vivido con anterioridad. Un año que me ha servido para changer mon état d’esprit. Nuevos proyectos, ilusiones renovadas, sinergias formidables y energías transformadas. Tan insondable se muestra el camino como evidente el paso. Y ya que es un momento del año para desear lo que no se tiene y se anhela, no quiero dejar de evocar, antes de poner punto final a este escrito, esas cosas que solo vemos diáfanas cuando se transforman en lágrimas y resbalan por nuestras mejillas: la vida es un segundo. Lo digo porque el otro día recibí una escalofriante noticia sobre alguien, qué más da que sea de aquí o de allá, que hoy debería estar aquí y no está. Luchar por ser mejor profesional es un objetivo encomiable y a la par necesario, pero vivir —en el sentido más estricto de la palabra— también lo es. Que vivir también sea un objetivo vital.

Valgan estas líneas para honrar la memoria de Miguel Llorens, ese traductor de afilada prosa que dejó de regalar sinceridad y sabiduría este mismo año.

16 comentarios en “Hasta siempre, 2012

    1. Rai Rizo Autor

      Gracias, Elena.
      Y aprendamos de los errores para continuar subiendo sin pausa por nuestro propio sendero.
      Un abrazo.

      Responder
  1. Playmobiles

    Rai, qué interesante entrada. Desde luego, hay que tomarse unos días para pensar en lo que dejamos atrás siempre que acaba una etapa, aunque sea solo porque arrancamos una página del calendario. Me alegro de que el cambio de asalariado a autónomo haya sido para bien y ojalá sigan llegando proyectos, tanto personales como profesionales, este año 🙂 A los silencios de algunos clientes hay que acostumbrarse. Ya llegará quien te valore lo suficiente, y lo sabrás. Te sigo leyendo. Un abrazo.

    Responder
    1. Rai Rizo Autor

      Vamos hacia arriba, Gemma. Buenas botas, buenos víveres y pulmones dispuestos a llenarse de mucho aire.
      Gracias.
      Un abrazo.

      Responder
  2. Nathalie

    Merci. Tu sais bien que je serai toujours là pour te soutenir.
    2013 va être une année formidable 😉 Beso.

    Responder
  3. Curri Barceló

    Qué bello, Rai. Como siempre, colocas las palabras como nadie. ¡Da gusto leerte! Y, aún más, porque sacas todo lo positivo de experiencias negativas, de momentos en los que otros solo verían desgracia, y hoy en día se agradece. Se agradece tener un balance de cosas negativas y positivas, y no ignorar lo negativo para centrarse solo en lo positivo: no hay risas sin lágrimas.

    Por cierto, acepto el agradecimiento, pero no lo merezco. Sé lo que es empezar y también sé que eres un gran profesional, dos motivos por los que no dudé en pedirte ayuda ni dudaré para volvértela a pedir.

    Espero que el 2013 sea aún mejor que el 2012 y que saques aún más experiencias que te hagan seguir creciendo. A tu lado, estaremos creciendo nosotros.

    Responder
    1. Rai Rizo Autor

      Gracias mil, Curri, por tu confianza y por tus palabras. Tengo que confesarte que un poquito mudo sí me has dejado. 🙂
      Lo único que te puedo decir es que no me fío de la gente que únicamente habla de sus conquistas y no de sus derrotas. Todo el mundo sabe, aunque no lo explicite, que para ganar hay que perder (y a veces mucho). Me gusta la gente sincera que no condena el error o los momentos bajos a los que nadie es inmune.
      Ser sincero implica también hablar de lo malo y sin vendas en los ojos.
      Y todos sabemos que los inicios en nuestra profesión son duros. Que cada uno los cuente como le dé la gana, si es que quiere contarlos. 😉

      Responder
  4. Juan Jiménez Salcedo

    Hoy he tomado una decisión: de mayor quiero ser como tú y lo digo por varias razones:

    1) Porque quiero ser capaz un día de escribir tan bien como tú en castellano.
    2) Porque me gustaría ser tan agradecido como tú incluso con la gente que no siempre me ha tratado bien (lo de sacarle el lado bueno a las cosas no siempre es fácil y la soberbia muchas veces nos puede).
    3) Porque siempre he querido ser una estrella del tenis de la Comunidad Valenciana… claro, que nunca he jugado al tenis y ahora vivo en Sevilla…

    Solo por esas tres razones, el próximo año prometo rairizarme a tope. Por lo demás, excelente entrada, como siempre.
    ¡Feliz 2013, compañero!

    Responder
    1. Rai Rizo Autor

      Juan, tan imprevisible como siempre…

      1. Paso palabra. 😀
      2. He aprendido mucho viendo y padeciendo comportamientos ajenos que no quiero que se repitan en mi vida diaria. Se aprende mucho haciendo justo lo contrario a lo que predica y hace mucha gente. Todo esto no está reñido con enviar a esos individuos a tomar viento fresco. Es más, muchas veces es necesario por pura higiene mental.
      3. Curioso te resultará saber que uno de los rivales de mi época era de apellido Jiménez. Eso sí, era murciano, de Molina de Segura y con una fisonomía de armario empotrado y altura descomunal. Los zurriagazos que le daba a la bola no eran de este mundo, así que no creo que des el perfil. 😀

      Lo de «rairizar» tiene su aquel, no te lo niego.

      Un fuerte abrazo y mis mejores deseos para este año que acaba de empezar.

      Responder
      1. Juan Jiménez Salcedo

        Efectivamente, si ese tal Jiménez era murciano, de fisionomía de armario empotrado y, sobre todo, de altura descomunal, es muy poco probable que tenga algo que ver conmigo 😀 Además, yo nunca me atrevería a ser rival tuyo en tenis. ¡Bien fácil te lo iba a poner!

        También te envío mis mejores deseos para el año que empieza.
        Un fuerte abrazo,
        Juan

        Responder
  5. Rocío L. García

    Querido Rai: con la pequeña desconexión navideña se nos había pasado esta entrada. Me gusta mucho hacer balance del año que termina, aunque como soy un (poco) demasiado melancólica me resisto a hacerlo aún. Por eso he disfrutado tanto leyendo tus reflexiones, como siempre tan elegante en tu escritura como «sir Roger» en la pista de tenis. Gracias por todo y el primer abrazo de 2013. Rocío

    Responder
    1. Rai Rizo Autor

      Hola, Rocío:

      Ya ves qué manera tan simple de sacarme una sonrisa.
      Espero seguir aquí mucho tiempo en este rincón descargando neuras y reflexionando sobre cualquier cosa que me ronde la azotea.
      Por cierto, que aparezca Federer en mi blog ya es lo más, pero que surja cualquier tipo de comparación, ejem ejem… 🙂
      Gracias y seguimos en la brecha.

      Responder
  6. Carmen

    Yo también me apunto a lo de «rairizarme» :-).
    Me gustaría ser como tú de mayor; sólo tengo dos pequeños problemas:

    1- Soy tu hermana mayor
    2- Ya estoy bastante crecidita

    Pero nunca es tarde para aprender. Siempre serás mi ejemplo a seguir.

    ¡Éste será nuestro año!

    Responder
    1. Rai Rizo Autor

      Ya te vale, ¿no? 🙂
      Para aprender nunca habrá edad ni parentescos.
      Intentaremos hacer de 2013 un gran año.
      Besos.

      Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.