Parece mentira pero me siento, en cierto modo, intimidado. Quizá porque todo lo que haya escrito, o deseado escribir, a lo largo de estos años haya acabado en algún rincón olvidado y polvoriento. Muchas otras ideas se quedaron en el tintero de mi memoria. Fueron pequeñas piezas de las más diversas telas que no pasaron de ser deshilachados harapos. Pero creo que ha llegado el momento de ejercer de sastre de unas letras a las que nunca les he dedicado el tiempo que merecían. Estoy seguro de que ha llegado el momento de sacar el costurero del armario para desempolvar dedales, agujas y tijeras y empezar a tejer con paciencia y humildad aquellos escritos que nunca vieron la luz.
Soy traductor profesional pero no es mi pretensión monopolizar este espacio con cuestiones que guarden relación exclusiva con este ámbito. El objetivo primordial de este rincón llamado Letras de Sastre es plasmar mediante la palabra las muchas ideas que rondan una mente inquieta como la mía donde, por supuesto, incluiré temas relacionados con el mundo de la traducción. Ahora solo queda disfrutar de esta experiencia y crecer junto a ella. Mi propósito es ser un sembrador esmerado y recolector paciente.
Yo te leeré.
Un besito
Y yo. Dos besitos jajaja